Desayuno casero con sabor a casa excepcional.

Desayuno para recordar siempre

La experiencia en el Hotel Los Laureles fue muy acogedora. La atención del personal, especialmente de Pablo, fue excepcional. El desayuno fue un verdadero festín, desde el café hasta la bollería, todo delicioso y preparado con cariño. Las vistas desde la habitación eran impresionantes, crearon un ambiente perfecto para relajarse después de un día explorando Luanco.

Hubo un pequeño inconveniente con el plato de ducha, que resultó ser algo estrecho y le faltó comodidad. A veces, el WiFi también parecía un poco lento, lo que es un detalle a mejorar. Pero estos aspectos no arruinaron la buena experiencia general.

todo muy bonito hasta que te das cuenta que no tienen ascensor, una maravilla para las maletas,. y oh sorpresa, cierran la puerta a las 00:00. intenté un trato especial por ser cliente, pero claro, los detalles les importan un bledo. hasta pensé en escribir una buena opinión, pero no pude hacerlo.

un lugar de ensueño con un trato personal y un desayuno casero increíble

Qué maravilla de lugar! Las habitaciones son impecables y muy cómodas, con esa tranquilidad que tanto se agradece. El desayuno es absolutamente delicioso, todo hecho con mucho cariño. Pablo es encantador, siempre listo para ayudar con recomendaciones de lugares a visitar. La ubicación es ideal, a un agradable paseo de Luanco. Sin duda, volveremos.

Las habitaciones son cómodas y limpias. El desayuno es casero y delicioso. El personal es muy amable y siempre dispuesto a ayudar. La tranquilidad del lugar es ideal para descansar. Volveré sin duda.

Recomendado para quienes buscan un lugar acogedor

La habitación era super cómoda, con todo lo necesario y una limpieza impecable. Además, el dueño fue súper amable, me dio recomendaciones de playas que nunca hubiera encontrado por mi cuenta.

No fue barato, pero el precio es aceptable por lo que ofrece.

Ubicación tranquila, a un pasito de Luanco. Habitaciones limpias e confortables. Desayuno de rechupete, con sabor a casa. Trato moito amable e sempre dispostos a axudar. Sen dúbida, un lugar para volver, como no!

La habitación era grande y cómoda, con vistas preciosas a la bahía. El hotel era tranquilo y perfecto para relajarse después de explorar la zona.

me sentí como si fuera mi propia casa, no tengo ninguna pega

Habitación cómoda con vistas al mar y ubicación tranquila. El café es casi una obra de arte. La terraza es perfecta para relajarse y disfrutar del paisaje.

Tanta tranquilidad que hasta el WiFi parece estar de vacaciones!

las vistas desde la terraza son increíbles! ! el desayuno es exquisito y casero, con un zumo natural delicioso. la tranquilidad del entorno lo hace perfecto para descansar después de explorar los alrededores. el dueño es muy amable, siempre listo para recomendarte lugares interesantes.

la señalización hacia el hotel podría mejorar 😅.

Las vistas desde la habitación con vista al mar son impresionantes, permitiendo disfrutar de la bahía de Luanco. La limpieza de las toallas y la ropa de cama es impecable, lo que contribuye a una estancia cómoda y agradable.

El monomando de la ducha resulta problemático, ya que cierra constantemente y la ducha en sí es pequeña. Además, la habitación que nos tocó tenía camas separadas, preferiría una cama matrimonial para más comodidad. No obstante, la falta de disponibilidad era comprensible al momento de hacer la reserva.

Todo limpio y cómodo, desayuno casero muy bueno. wifi gratis en las habitaciones. Ascensor no disponible.